Poliéster no tejido
Las telas no tejidas se producen desde las primeras etapas de la industria petroquímica. Durante esta época, los tejidos no tejidos sólo se utilizaban por su suavidad y voluminosidad en el embalaje, la cobertura y el relleno. Debido al rápido desarrollo de la ciencia de los materiales, el ámbito de aplicación de las telas no tejidas se ha ampliado a diversos campos de la industria y el comercio, la ingeniería civil, el tratamiento médico, la agricultura y la ingeniería medioambiental. Su existencia puede verse en todas partes, especialmente en sus primeros usos en la agricultura.
Las telas no tejidas son materiales similares a los tejidos, hechos de fibras cortas y largas que se han unido mediante un tratamiento térmico, químico o mecánico. En general, los tejidos son más duraderos y resistentes que los no tejidos. Hay bastantes materiales no tejidos, y los usos de las telas no tejidas se ven en muchas industrias. Su barrera de producción es menor que la de los tejidos, y las industrias y los mercados de telas no tejidas están creciendo, desarrollándose y madurando.
Sarga
La tela no tejida es un material similar a un tejido hecho de fibras cortadas (cortas) y largas (largas continuas), unidas entre sí mediante un tratamiento químico, mecánico, térmico o con disolventes. El término se utiliza en la industria de fabricación de textiles para designar tejidos, como el fieltro, que no son ni tejidos ni de punto[1]. Algunos materiales no tejidos carecen de la suficiente resistencia a menos que estén densificados o reforzados por un soporte. En los últimos años, los no tejidos se han convertido en una alternativa a la espuma de poliuretano[2].
Las telas no tejidas se definen a grandes rasgos como estructuras de láminas o bandas unidas entre sí por medio de fibras o filamentos enredados (y por películas perforadas) de forma mecánica, térmica o química. Son láminas porosas planas o empenachadas que se fabrican directamente a partir de fibras separadas, plástico fundido o película de plástico. No se fabrican tejiendo o haciendo punto y no requieren la conversión de las fibras en hilo. Normalmente, se utiliza un cierto porcentaje de telas recicladas y materiales a base de aceite en las telas no tejidas. El porcentaje de telas recicladas varía en función de la resistencia del material necesario para el uso específico. Además, algunas telas no tejidas pueden reciclarse después de su uso, si se les da el tratamiento y las instalaciones adecuadas. Por esta razón, algunos consideran que el no tejido es un tejido más ecológico para ciertas aplicaciones, especialmente en campos e industrias donde los productos desechables o de un solo uso son importantes, como hospitales, escuelas, residencias de ancianos y alojamientos de lujo.
Tela no tejida en hindi
Si bien las industrias de los no tejidos y del textil comparten una herencia común, la industria de los no tejidos ha crecido hasta presentar una amplia gama de productos basados en fibras y polímeros de ingeniería que son impulsados por procesos de alta velocidad, de bajo coste, innovadores y de valor añadido. La industria de los no tejidos ha creado un ecosistema basado en la automatización, lo que reduce la dependencia de la mano de obra de bajo coste, por lo que la industria no ha tenido que establecer instalaciones de fabricación en regiones de bajo coste laboral en el mundo. Las telas no tejidas suelen fabricarse y transformarse allí donde se venden, lo que minimiza los costes de envío.
La industria ha adaptado tecnologías de las industrias de la pulpa y el papel, y de la extrusión, por ejemplo, para crear los productos deseados a un coste razonable. La conversión automatizada ha sido una parte importante de la cadena de suministro de los no tejidos durante muchos años, y hoy en día, la industria puede producir más de 1.000 pañales por minuto.
Los segmentos actuales de la industria del no tejido incluyen a los proveedores de materias primas, a los productores de rollos, a los convertidores/fabricantes de los productos de uso final, a una industria de maquinaria que apoya a las tres categorías anteriores, a los proveedores de materiales auxiliares, a los bobinadores, a los cortadores y a los fabricantes de equipos de embalaje, entre otros segmentos. Esta lista no ofrece una imagen tan clara como podría imaginarse, ya que el panorama se ve enturbiado por los distintos grados de integración vertical y horizontal dentro de la industria. A nivel mundial, el panorama se complica aún más por el mercado local y los matices económicos.
Materia prima de la tela no tejida
Todos los tipos de fibras pueden transformarse en telas no tejidas (aglomeradas). La elección del material fibroso depende de la aplicación, los requisitos de rendimiento, el objetivo de coste y los requisitos de procesamiento.
Para alcanzar estos objetivos, la elección correcta del material fibroso, la relación longitud/anchura de la fibra y el método de procesamiento son cruciales. Las fibras cortadas más cortas suelen dar lugar a un fieltro más resistente, pero también se degradan más rápidamente
que los no tejidos fabricados con grapas más largas. Las fibras artificiales, como el nailon y el poliéster, suelen ser la mejor opción cuando se requiere una mayor resistencia al agua, las manchas, el desgaste y los productos químicos, mientras que las fibras naturales
se eligen normalmente cuando el material no tejido debe ser biodegradable y/o biocompatible, como en el caso de los productos textiles desechables y médicos. Las fibras naturales también son más baratas que las sintéticas porque
suelen producirse a partir de residuos de baja calidad (algodón). Estos productos tienen buenas propiedades de volumen y adhesión y un alto poder de absorción, pero suelen ser menos duraderos que los no tejidos fabricados con fibras sintéticas.